El pasado viernes 14 de abril, se realizó el primer taller del huerto educativo, instalado en el Jardín Infantil Fabiola por parte de la Ong Cetsur.
En esta primera instancia, el taller estaba dirigido a las educadoras del establecimiento con el objetivo de que luego puedan replicar estos conocimientos en los niños, padres y apoderados. Consistió en al menos 2 horas, donde el espacio se dividió en 3 bloques: La introducción o contextualización, recorrer y conocer las partes del huerto y finalmente aprender a plantar las semillas.
La moderadora del taller e integrante de Cetsur, Glenda Rubilar, señaló que hace mucho tiempo trabajan con los huertos en colegios, sin embargo, la idea es que perduren en el tiempo y que no sea sólo al inicio la motivación. “Tenemos alrededor de 50 huertos ya instalados en distintos establecimientos educacionales y en general en primera instancia funcionan bien, pero después quienes ejecutamos nos vamos y los huertos empiezan a quedar ahí porque no se sabe que hacer, porque hay falta de conocimiento, porque también tienen muchas más cosas que hacer y a los profes les cuesta un poco incorporar en sus clases o materias el huerto. Es por eso, que la idea de estos huertos es poder ir dándoles algunos tips, ideas para que puedan trabajar mejor, aprovechando el espacio”.
Además, mencionó que “también ayuda con otras áreas, con la educación, con la sensibilización de las personas como terapia, uno va a la tierra y te sientes mejor. Hoy en día nos encontramos con niños que en la situación en la que viven en este mundo que estamos que es todo rápido, hay ciertos niveles que uno no veía antes y llevarlos un ratito a la huerta les hace bien. Debería ser un espacio que les aporte desde las emociones, los sentimientos, desde la educación emocional. Lo que estamos sembrando en los niños es otra cosa. Está ese otro cultivar que es para el futuro de nuestros niños”.
Las educadoras valoraron la instancia de aprendizaje, donde Jaqueline González mencionó que “me parece muy buena la experiencia, ya que nos enseña a cuidar la naturaleza a darle el valor de las cosas naturales para enseñarle a los niños a que cuiden y que valoren lo que la tierra nos entrega y lo que podemos sacar de ella cada día, lo que esta naturaleza tan rica que tenemos y que a veces descuidamos y desconocemos, así que encuentro muy bueno este taller para nosotras, para llevarlo a nuestra vida diaria, a nuestras casas y para enseñarle a nuestros pequeños”.
Por otro lado, Paola Fernández, asistente técnico del nivel medio mayor A, dijo que “esta es una experiencia super linda y emotiva para apoyar a los niños. Nos sirve como puente para apoyar a nuestros niños a que se familiaricen con lo que es la tierra, las plantas y la importancia del cuidado del agua”.