El viernes 19 de mayo en las dependencias del Jardin Infantil Fabiola se realizó la ceremonia final del huerto educativo instalado por la Ong Cetsur, la cual marcó el hito final y el término de los talleres donde les enseñaron todo lo necesario para utilizar y cocinar con el huerto.
En la instancia, participaron los alumnos y apoderados, integrantes de la Fundación Educacional y representantes de la Ong. La agrupación, hizo entrega de indumentaria y herramientas a los alumnos, para que puedan trabajar en la huerta. Debido a la edad de los estudiantes tuvieron que adaptar el material, ya que cabe destacar que es la primera vez que trabajan con niños tan pequeños.
La integrante de la Ong Cetsur, Glenda Rubilar recalcó lo agradable que fue trabajar en el jardín “la finalización de esta etapa marca la grata experiencia que tuvimos en el jardín. Trabajar con niños tan pequeños fue lindo, el entusiasmo de los apoderados, el interés de las profesoras, de las tías fue super grato para nosotros como equipo poder por primera vez haber trabajado con un jardín infantil”.
Además, agregó que “creo que hay varios apoderados y las profes también muy interesadas en lo que está pasando en el huerto y esperamos que lo puedan replicar en sus casas, que comenten, que se intercambien experiencias para que así, esto pueda seguir creciendo y que sea un hábito ojalá en cada hogar tener un huerto, ese es uno de los objetivos más ambiciosos que tenemos como ONG. Es muy rico para nosotros crear un espacio donde la familia se pueda encontrar, tener una experiencia distinta en la naturaleza”.
La rectora del Jardín, la hermana Angelica Merino, dijo que el objetivo de esta actividad es responder a lo que dice la encíclica Laudato Sí. “El objetivo de esto es que nuestros alumnos aprendan desde pequeños como cuidar nuestro planeta, sobre todo nace con esto del Laudato Si del Papa Francisco, ¿Cómo podemos alabar a Dios a la creación y al mundo si nosotros no cuidamos lo básico que tenemos?, entonces desde ahí nace este sentido de cuidar nuestra casa común. Este proyecto viene a responder o reforzar lo que veníamos iniciando. Cuando hablamos de la casa común, justamente hablamos de cuidar esta tierra, esta herencia que tenemos y cómo enseñar a los más pequeños a que esto perdure en el tiempo”.
La coordinadora Académica y de proyectos de la Fundación, Fernanda Arriagada dijo que “terminamos este proceso de implementación del huerto y de aprendizaje en torno al uso y mantención de él y también a lo que tiene que ver con la alimentación. Así que, estamos muy felices como fundación porque el jardín fabiola tiene un alto compromiso de sus apoderados que hoy estuvieron presentes en este hito final, tuvimos a los niños recibiendo su indumentaria y herramientas que Cetsur adaptó, ellos hicieron un gran trabajo ya que, fue su primera experiencia con niños tan pequeños, adaptaron la indumentaria, compraron herramientas acorde, también las instancias metodológicas. Estamos súper felices y esperamos que este proyecto siga dando frutos de aquí para adelante”.
La apoderada del Nivel Medio Mayor A, Romina Toledo, comentó que “la iniciativa es muy buena porque al final nos enseñan a cómo podemos preparar a nuestros hijos cuando sean adultos, una alimentación sana que no tenga riesgos de enfermedades, que ya sabemos que a estas alturas los adultos son los que tienen muchas más enfermedades, producto de los mismos alimentos que traen químicos, entonces la iniciativa fue buena, aprendí mucho más, sobre todo en la parte de cómo prepararlos y cuales nos sirven para ciertas enfermedades de nuestro cuerpo, entonces eso fue súper valorable. Agradezco la iniciativa, de hecho lo propuse para que se volviera a repetir”.