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Por Camila Suazo

El pasado martes 17 de octubre y bajo el contexto del mes de la familia, el Jardín Fabiola celebró junto a padres y apoderados de los niveles medios menores y medios mayores la bendición y entrega del primer Altar Familiar de sus estudiantes, realizando el llamado a apreciar a la familia y a trabajar la comunicación con todos sus integrantes.

Dentro de los objetivos más importantes de este hito, es integrar a los padres en esta formación educativa pastoral, donde mediante la bendición del Altar de la Familia de Nazareth, invita a su comunidad a utilizar este signo de amor como un seguir dentro de los hogares. La encargada de pastoral del Jardín Fabiola, Isabel Merino, mencionó que “el Altar es algo muy importante para nosotros, es el núcleo social que formamos y compartimos como jardín infantil”, comentó. 

Destacando la gran labor de las familias dentro del jardín infantil, la rectora del establecimiento, Hermana María Angélica Merino, reiteró uno de los mensajes transmitidos durante el evangelio: “El llamado ahora es que la familia pueda ponerse bajo la protección de la Sagrada Familia de Nazaret y que ellos puedan vivir también un poquito esto de cómo inculcar como educar a la familia teniendo como referente a la familia de Nazaret”, señaló. 

Dentro de los asistentes a la celebración, el apoderado Samuel Parra, señaló que “nuestra misión es obviamente que en la casa no falte la paz, el amor y todos los valores para nuestro hijo”. 

Por otro lado, la apoderada Constanza Ibáñez, afirmó que su objetivo a nivel familiar es fomentar e inculcar aún más el cariño a su hija, complementando esto, con los valores que necesita para crecer, desarrollarse y ser una buena persona. “El Altar representa algo simbólico y es bonito, porque así podemos recordar la unión en familia y mantener el amor en todo momento”, comentó. 

El Evangelio entregado a la comunidad, durante la celebración y bendición del signo, entrega el mensaje de la importancia de la familia construida en el amor, aludiendo al hecho que no existen hogares perfectos, sino que en la vida todo es un constante aprendizaje. La ceremonia además realizó el llamado a aprender de las experiencias de la vida y escuchar a los hijos, para así aprender a conocerlos cada día más e inculcarles valores efectivamente.